Taoísmo, Budismo y Sintoísmo
Si se observan los mitos de creación del mundo, en la mayoría de ellos es identificable un patrón; el universo se forma en base a cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego. Lo vimos en el Génesis, que fue influenciado por el zoroastrismo y también es posible verlo en la mitología sumeria así como en los pitagóricos. Para ellos, la Tetraktys contiene la totalidad del universo; la Unidad, lo divino, origen de todas las cosas. La Díada: desdoblamiento del punto, origen de la pareja masculino-femenino. Dualismo interno de todos los seres. La Tríada: los tres niveles del mundo: celeste, terrestre e infernal. El Cuaternario: los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, y con ellos, la multiplicidad del universo material. La teoría de los Cinco Elementos, llamada también ‘cinco fases’ o ‘cinco movimientos’, es una forma de clasificar los fenómenos naturales y sus interrelaciones según la filosofía china tradicional. Los cinco elementos o cinco fases son: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua. Estos elementos no solo representan sustancias físicas, sino también procesos, ciclos y cualidades dinámicas que interactúan en el universo. La filosofía de los cinco movimientos o cinco fases surge como un marco cosmológico dentro del taoísmo y otras corrientes filosóficas chinas, como el confucianismo, para explicar las interacciones dinámicas del qi en el universo. Según la filosofía taoísta, el qi es la energía vital que fluye a través de todos los seres vivos y cuerpos del universo, actuando como la fuerza que anima y conecta la vida. Su equilibrio y flujo armonioso son esenciales para la salud, la prosperidad y la armonía en el cuerpo, el entorno y el cosmos. El taoísmo es una filosofía y tradición espiritual originada en China hace más de 2500 años, atribuida principalmente al pensador Laozi, autor del Tao Te Ching. En su esencia, el taoísmo busca la armonía con el Tao, un principio universal que representa el orden natural, el flujo del universo y la fuente de toda existencia. El Tao es una fuerza que subyace en todo lo que existe, guiando a los seres hacia el equilibrio y la simplicidad a través de la no acción y la alineación con los ciclos naturales. El taoísmo enfatiza la interconexión entre el ser humano, la naturaleza y el cosmos, promoviendo una vida en sintonía con las leyes universales. Un concepto central del taoísmo es el qi (o chi), la energía vital que fluye a través de todos los seres vivos y el entorno. El qi es la fuerza dinámica que anima la vida, presente en el cuerpo humano, los paisajes, los objetos y el universo entero. Según el taoísmo, el equilibrio y la fluidez del qi son esenciales para la salud, la prosperidad y la armonía. Un qi bloqueado o desequilibrado puede generar caos, enfermedad o conflicto, mientras que un qi que fluye libremente promueve bienestar y orden. Este concepto es la base de muchas prácticas taoístas, incluyendo la medicina tradicional china, la meditación, el qigong y el Feng Shui, conocido originalmente como kan yu ("observación del cielo y la tierra").
El Feng Shui, como expresión práctica de la teoría de los cinco movimientos, refleja la cosmovisión taoísta de que todo está interconectado. Al diseñar espacios que respeten el flujo del qi y el equilibrio de los elementos, el Feng Shui no solo busca embellecer el entorno, sino también alinear a las personas con las fuerzas del universo y el equilibrio entre el yin y el yang. Su aplicación al urbanismo, especialmente en la fundación de ciudades y palacios, refleja la creencia taoísta de que los seres humanos deben alinearse con las fuerzas cósmicas y terrestres para prosperar. Por lo tanto, el Feng Shui, trata de la relación energética entre los seres vivos y la Tierra y su objetivo es el de sacralizar el espacio e interpretar el fluir de la energía vital (el qi) en un lugar determinado, ya sea una vivienda o una ciudad, y de esta forma atraer buena energía durante la vida, la espiritualidad y la muerte. Dicho de otro modo; es la ocupación consciente y armónica del espacio. La geomancia china o Feng Shui se basó en la astronomía para encontrar correlaciones entre los humanos y el universo, en la antigüedad, este arte estaba reservado a la realeza y con el tiempo su uso se extendió un poco más entre la élite, hasta que llegó a ser prohibido con la instauración de la república junto con otras prácticas tradicionales (también fue una de las siete artes prohibidas durante el Renacimiento europeo).
En la cosmovisión taoísta, el qi se considera que fluye a través de las llamadas "líneas dragón" (龍脈, lóng mài), también conocidas como venas o líneas de dragón. Estas son corrientes de energía que recorren el paisaje natural, especialmente a través de las formas geográficas como montañas, colinas, ríos y valles, y son fundamentales en la práctica del Feng Shui. En el apartado dedicado a las unidades de medida veremos su relación con el concepto occidental de las líneas ley. En el taoísmo, la figura más cercana al zahorí sería el maestro de Feng Shui o geomántico, un experto en interpretar el flujo del qi en el paisaje y los espacios habitados. Aunque no usaban varillas de zahorí en el sentido occidental, estos maestros empleaban herramientas como la brújula Luo Pan y su conocimiento de los cinco elementos, el yin-yang y las líneas dragón, para identificar puntos energéticos auspiciosos o problemáticos en el entorno. La brújula no se inventó para la navegación sino para la geomancia, la adivinación y los rituales cosmológicos. En la dinastía Song, la luopan alcanzó su apogeo, usada por eruditos y geománticos en la corte imperial. Su complejidad era tal que sólo los iniciados en escuelas secretas de Feng Shui podían interpretarla plenamente, lo que la convertía en una tecnología esotérica. Las dos escuelas principales del Feng Shui son la Escuela de la Forma (Xing Shi Pai), que se centra en analizar las formas del paisaje natural, como montañas y ríos, para armonizar el qi con el entorno, y la Escuela de la Brújula (Li Qi Pai), que utiliza la brújula Luo Pan y cálculos basados en los cinco elementos, el Bagua y la astrología para alinear espacios con las energías cósmicas. Mientras la Escuela de la Forma enfatiza la observación visual del terreno, la Escuela de la Brújula prioriza mediciones precisas y principios metafísicos para optimizar el flujo del qi. La Escuela de la Brújula sigue siendo ampliamente utilizada y es especialmente popular en contextos donde se busca precisión técnica, como en la arquitectura. Por ejemplo, se emplea para determinar la mejor orientación de una puerta principal o la disposición de muebles según el horóscopo chino o las fechas de nacimiento de los ocupantes. La Escuela de la Forma también sigue vigente especialmente en el diseño de espacios naturales, jardines, hogares y urbanismo. Por ejemplo, en la planificación de una casa, se considera la ubicación de colinas o cuerpos de agua para canalizar energía positiva. En ciudades, se evalúan edificios altos o carreteras como equivalentes modernos de montañas y ríos. Como veremos a continuación, las principales ciudades chinas, como Beijing y Chang’an, fueron diseñadas y ubicadas según los principios del Feng Shui.
Entre el siglo IX a.C y el III a.C, existió en la zona que hoy conocemos como China, el estado de Qin (el origen etimológico de la palabra China probablemente tiene su origen en la palabra Qin), el apogeo de este Estado se personifica en Qin Shi Huang, rey del estado de Qin del 247 a.C hasta el 221 a.C y después primer emperador de una China unificada del 221 a.C al 210 a.C, reinando bajo el nombre de "Primer Emperador", título creado por él mismo y que sería adoptado por futuros monarcas. Qin Shi Huang es considerado un importante fundador en la historia del país y es conocido en el mundo entero porque durante su mandato se construyeron los guerreros de Terracota de Xi´an.
Como en el resto del mundo, en China se tenía la costumbre de construir túmulos, y la tumba de Qin Shi Huang es uno de ellos. Qin Shi Huang también es conocido por ser el primero en celebrar una ceremonia a gran escala para conferir Zen en el monte Tai, el más sagrado de los cinco montes del taoísmo.
Las cinco montañas sagradas del taoísmo, conocidas como las Cinco Grandes Montañas (五岳, Wǔyuè), son sitios venerados en la tradición taoísta por su conexión con el qi, las líneas dragón y el orden cósmico. Estas montañas, asociadas con los cinco elementos, son consideradas centros de energía espiritual y puntos clave para armonizar el entorno con el Mandato del Cielo que tenía el emperador. Las cinco montañas están distribuidas de acuerdo a las direcciones cardinales de la geomancia china, que también son los cinco elementos. Por eso se considera que el monte Tai, en el este, su elemento es la madera. El monte Hua, en el oeste, su elemento es el metal. El monte Song, en el centro, su elemento es la tierra. El monte Heng de Hunan, en el sur, su elemento es el fuego y el monte Heng de Shanxi, en el norte, su elemento es el agua.
El monte Tai es el más importante de todos porque es el primero que recibe el sol del amanecer. En la cultura china, disfrutar del amanecer desde el monte Tai es una de las mayores aspiraciones en la vida. Desde los templos que hay en la cima de la montaña, donde destaca uno de forma circular por ser una representación del cielo, hasta los templos de la cima del monte Hua (correspondiente a los pies) hay 666.600 metros. Un dato que existe en la cultura popular china es que las escaleras que llegan hasta la cima del monte Tai tienen 6.600 escalones de piedra.
La entrada del mausoleo de Qin Shi Huang, donde se encontraron los famosos guerreros de terracota de Xi'an se encuentra alineada entre la cima del monte Hua y el centro de Xi'an. Este alineamiento mide 66 millas. Aún es posible hacer otro alineamiento desde el monte Hua hasta la cima del monte Heng de Shanxi (simbólicamente el brazo izquierdo), la distancia es de 666 kilómetros.
Tras derrocar a la dinastía Qin, la dinastía Han (segunda dinastía china) siguió con la costumbre de construir este tipo de mausoleos y en el siglo II a.C construyeron el mausoleo Maoling, a 33 millas náuticas del mausoleo de Qin Shi Huang. También durante el siglo II a.C la dinastía Han construye el mausoleo Yang Han a 66 millas de la cima del monte Hua. Este mausoleo se encuentra a 1.660 kilómetros del centro de Seúl, capital de Corea del Sur, y alineado se encuentra el monte Tai, la más importante de las cinco montañas del taoísmo. El Imperio Han extendió su influencia sobre los actuales Vietnam, Mongolia y conquistó el norte de Corea, estableciendo Cuatro Mandatos Han. Apartados posteriores muestran alineamientos que se dan entre edificaciones modernas y el mausoleo Yang Han.
Del mismo modo que el mausoleo Maoling, a lo largo de la cronología son varios los lugares que se conectan al mausoleo Qin Shi Huang conforme la historia de China se desarrolla.
Romperé el orden cronológico para señalar un ejemplo que lo es doblemente ya que, además de conectarse al mausoleo Qin Shi Huang también se conecta al centro de Seúl del mismo modo que los dos mausoleos de la dinastía Han (Maoling y Yang Han). Se trata de Xanadú, que significa “capital superior”, que fue primero capital y luego capital de verano del Imperio mongol cuando Kublai Khan conquistó China. Xanadú fue diseñada por el arquitecto chino Liu Bingzhong entre 1252 y 1256 y se encuentra a 666 millas del mausoleo Qin Shi Huang y a 660 millas del centro de Seúl.
La dinastía Han, como centro de poder, construyó el palacio Weiyang que sería el centro de la nueva capital Chang'an, cuya ubicación se calculó a 66,6 millas de la cima del Monte Taibai, el punto extremo de mayor altitud del antiguo Estado de Qin. Maoling, un mausoleo de la dinastía Han, también se encuentra a 33.300 metros del centro moderno de Xi´an.
El monte Taibai forma parte de la sierra de Qinling donde actualmente el gobierno de China mantiene la mayoría de sus ojivas nucleares en una instalación de almacenamiento. Instalaciones nucleares como esta, incorporadas a esta red de alineamientos, es algo que surgirá en varias ocasiones a lo largo de esta cronología. También vimos, en la segunda parte, varios lugares como Stonehenge o Montecassino alineados con este tipo de instalaciones, como lo seguiremos viendo a lo largo de la exposición.
En el siglo I a.C, la dinastía Han se divide en Han Oriental y Han Occidental y la capital se traslada de Chang´an a Luoyang. Entre los dos lugares hay 333 kilómetros. Pero además, la ubicación de Luoyang se calculó de forma que también dista del templo del monte Song, correspondiente al punto cardinal centro, por ser la capital del país, 33,3 millas.
En los siguientes siglos, aunque en manos de sucesivas dinastías, el poder se mantuvo entre Luoyang y Chang'an, que en ese momento era la ciudad más grande de la Tierra. En el siglo I d.C, el Emperador Ming de Han de la Dinastía Han Oriental en Luoyang fundó el templo del Caballo Blanco, el primer templo del Budismo en China. Este templo se encuentra a 1.330 kilómetros del centro de Seúl, ciudad sobre la que se volverá a hablar en el apartado dedicado a la división territorial. Obsérvese que el mausoleo Yang Han se encuentra también alineado con el centro de Seúl a 1.660 kilómetros desde que la dinastía Han conquistó el norte de Corea.
En el siglo III d.C, la dinastía Jin sustituyó a la dinastía Han y el taoísmo se polarizó. Los emperadores Jin reprimieron duramente a los taoístas. Durante los siglos IV y V d.C, la dinastía Wei del Norte tomó el control de China y fue entonces cuando el budismo se estableció firmemente. La capital durante este tiempo fue Datong, ciudad que había sido fundada por la dinastía Han como puesto clave para frenar las invasiones de los pueblos bárbaros procedentes del norte. Sin embargo, la función de defensa de la ciudad no fue muy eficaz y en el año 386 uno de estos pueblos, los Tuoba, tomaron la ciudad y fundaron la dinastía Wei del norte. La ciudad fue la capital de esta dinastía hasta el año 495. Desde el centro de Datong hasta el centro de Luoyang hay 330 millas náuticas. Datong se situó de modo que también se alinea con uno de los montes sagrados del taoísmo, el monte Heng de Shanxi, a 33 millas náuticas. El centro de Datong también se conecta a uno de los cuatro montes sagrados del budismo chino, el monte Wutai, a 66,6 millas náuticas. En breve entraré en detalles sobre ellos pero antes veamos que es durante la dinastía Wei cuando se construyen las Grutas de Yungang cerca de Datong a mediados y finales del siglo V y, hacia la última parte de la dinastía, las grutas de Longmen en las afueras de Luoyang, en la que se encontraron más de 30.000 imágenes budistas. Los dos lugares, Longmen y Yungang, se ubican de modo que Longmen se conecta a Datong a 333,3 millas náuticas y Yungang se conecta a Luoyang a 330 millas náuticas.
El apartado anterior, dedicado al hinduismo, explica el surgimiento del budismo en Kosala y muestra el alineamiento entre Ayodhya y Chang'an; en el siglo VII, monjes budistas chinos como Xuanzang viajaban a la India para estudiar textos sagrados y reliquias, y regresaban con traducciones. Mientras Europa vivía su edad media, la China de la dinastía Tang se convertía en la mayor potencia de la Tierra, el budismo se hizo muy popular y durante este tiempo se construyeron importantes templos. Del mismo modo que se crearon las cinco montañas sagradas del taoísmo vistas anteriormente, se crearon las cuatro montañas sagradas del budismo, que han sido centros de culto budista desde la introducción de la religión en China durante la dinastía Han. Cada una de las montañas se considera el bodhimaṇḍa (lugar donde está presente la esencia de la iluminación) de cada uno de los cuatro grandes bodhisattvas; monte Putuo corresponde al bodhisattva Avalokiteśvara, el monte Emei al Samantabhadra, el monte Wutai al Mañjuśrī y el monte Jiuhua al bodhisatva Kṣitigarbha. Bodhisattva es un término propio del budismo como metáfora de una virtud budista. Wutai es el hogar del Bodhisattva de la sabiduría y es considerada la más importante. Es sede de más de 53 monasterios sagrados, alberga además, muchos de los templos más importantes de China y se encuentra a 1.660,6 millas náuticas de la estupa Ramabhar de Kushinagar, lugar de incineración de Buda, y a 1.666 millas náuticas de Maya Devi, lugar de nacimiento de Buda, como vimos en la tercera parte de la cronología. Pero también se encuentra a 666,6 kilómetros de la puerta Xuanwu del palacio Daming de Xi'an, lugar vinculado desde su origen a la dinastía Tang y que volveremos a ver alineado en capítulos posteriores.
Kṣitigarbha es el bodhisattva cuyo bodhimanda se encuentra en el monte Jiuhua, generalmente representado como un monje con un halo alrededor de su cabeza rapada, lleva un bastón para forzar la apertura de las puertas del inframundo y una joya que ilumina la oscuridad. En el monte Jiuhua se encuentra el templo Tiantai, también conocido como templo de Ksitigarbha, y también se encuentra conectado a la stupa Ramabhar de Kushinagar, en este caso a 3.330 kilómetros. Pero además, el templo Tiantai también se encuentra conectado al monte Heng, una de las cinco montañas del taoísmo vistas anteriormente, ya que están separados por 330 millas náuticas. Otro de los bodhimanda, el que se sitúa en el monte Putuo y corresponde al bodhisattva Avalokitesvara, se encuentra a 660,6 millas de las grutas de Longmen, que a su vez se encuentran a 6.600 metros del centro de Luoyang.
De los cuatro montes sagrados del budismo chino queda el monte Emei (bodhisattva Samantabhadra) por conectar; este se encuentra a 660 millas de Wuchan, ciudad origen de la moderna Wuhan. En Wuchan se encuentra una de las llamadas Cuatro Grandes Torres de China, la Torre de la Grulla Amarilla, construida en el siglo III d.C. El Pabellón del Príncipe Teng es otra de las cuatro grandes torres, está situada en Nanchang y dista 660,6 millas náuticas del templo del monte Emei.
Otro templo importante es Hanshan considerado como uno de los 10 templos más conocidos, el cual se encuentra a 666,6 millas náuticas del templo Famen, uno de los más antiguos e importantes templos de China ya que alberga reliquias de Buda.
Es en el siglo VII cuando se construye el Mausoleo Qianling de la dinastía Tang, exactamente a 33.000 metros del templo Famen y a 66.600 metros de su palacio en el centro de Chang'an. En la actualidad, se ha construido una enorme estatua de Qin Shi Huang en lo que fue su ciudad capital, Xiangyang, exactamente a 33,3 millas del mausoleo Qianling. Pero el mausoleo Qianling aún tiene un alineamiento más significativo, porque aunque la capital de la dinastía Tang en Chang'an fue la más próspera metrópolis de China en su día, fue la ciudad de Yangzhou la que fue el centro económico de la era Tang. Además de ser la sede del monopolio de la sal y el mayor centro industrial de producción pre-moderno del imperio, Yangzhou estaba también en el punto geográfico medio a lo largo del eje comercial sur-norte, y así se convirtió en el principal centro para las mercancías enviadas al norte desde el sur. La ciudad sería un importante centro económico y cultural, y puerto principal del comercio exterior e intercambio externo desde la dinastía Tang, por eso desde el inicio del canal que se introduce hacia la ciudad de Yangzhou, obra que realizó la dinastía Tang, hasta el lugar que eligieron para su mausoleo hay 666,6 millas.
Durante la dinastía Tang, China se encontraba abierta al mundo, en el siglo VIII varios monjes japoneses llegaron a Chang'an para estudiar el budismo, entre ellos se encontraba Kobo Daishi (Kukai) a quien que se le atribuye, entre otros muchos logros, la invención del kana, el silabario con el cual, en combinación con los caracteres chinos (kanji), la lengua japonesa es escrita. Conoció al famoso Maestro Huiguo en el monasterio de Qinglong en la capital de Chang'an y de él recibió el encargo de llevar el budismo a Japón. Kukai fue a China en el año 804 junto al monje Saichō, a estudiar el budismo esotérico (Vajrayāna) en Chang'an, la gran capital de la dinastía Tang. Se hizo discípulo de Hui Kuo, uno de los maestros más importantes del budismo en China. Kukai y Saichō regresaron a Japón y con el tiempo Kukai desarrolló su propia síntesis de la práctica y de la doctrina esotérica centrada en el Buda cósmico y fundó la secta shingon. Saichō construyó el monasterio Enryaku-ji en la cima del monte Hiei (mencionado anteriormente) que se convirtió en uno de los más grandes centros de aprendizaje budista. Debido a su posición al noreste de la antigua capital, según las prácticas del Feng Shui, se pensaba que era un baluarte protector contra las influencias negativas en la capital, que junto con el surgimiento de la secta Tendai de Saichō significó que la montaña y el complejo del templo eran políticamente poderosos e influyentes. Desde Chang'an hasta el monte Hiei hay 1.330 millas náuticas. Este alineamiento nos permite visualizar el recorrido del budismo de India a China y luego a Japón, primero mediante el monje chino Xuanzang y luego mediante Kukai.
Cuando Kukai regresó a Japón creó una importante ruta de peregrinación circular que recorría toda la isla de Shikoku, su isla natal, que consistía en visitar 88 templos. En el año 819 comenzó la construcción de un gran templo en la montaña de Koya o Koyasan donde hoy se encuentra su mausoleo en el templo Kongōbu-ji. El lugar que eligió para fundar este importante complejo de templos provoca varios alineamientos, uno de ellos con la cascada Nachi a 66.000 metros, esta cascada es uno de los kami más poderosos de Japón por lo que cada año, sintoístas y budistas celebran una ceremonia considerada esencial para el bienestar de todo el país. Otro alineamiento se da entre el mausoleo de Kukai y el santuario de Ise, el lugar más sagrado del sintoísmo, a 66 millas, y otro con la tumba del Príncipe Shōtoku, fundador del budismo japonés, a 33.000 metros. La tradición cuenta sobre el regente que fue una reencarnación de Buda, debido en gran medida a la gran difusión del Budismo que realizó. A raíz de esto, se pueden encontrar estatuas de madera de Shōtoku esparcidas por una gran cantidad de templos budistas.
Con los tiempos modernos, la ciudad de Osaka ha puesto su centro (donde se encuentra el ayuntamiento) a 33 millas del mausoleo de Kukai.
La religión tradicional china, coreana y japonesa está basada en el culto a los millones de aspectos que tienen las fuerzas de la naturaleza, es la forma en que el animismo encontró su máximo desarrollo. En China estas fuerzas son llamadas Shen y en Japón, donde esta religión es llamada sintoísmo o shinto, se les llama Kami y el santuario de Ise es el templo más sagrado de esta religión. Uno de los principales es la diosa Amaterasu, la diosa del sol, cuyo templo principal es el santuario de Ise. Amaterasu, según los preceptos del sintoísmo, es ancestro de todos los emperadores de Japón, por lo que es la madre del imperio y deidad suprema en el país. A 66 millas del santuario de Ise se encuentra el Monte Hiei, el monte sacro del sintoísmo ya que se creía que era el hogar de los Kami. Se considera que el monte Hiei es un baluarte protector contra las influencias negativas en la capital, es decir, que está relacionado con el Feng Shui o geomancia china. El sintoísmo se basa principalmente en la influencia y armonía constante de una pléyade de ocho millones de deidades que controlan la naturaleza y el espíritu de todo lo que rodea: montañas, bosques, ríos, mares, plantas, animales e inclusive el clima; estas deidades son conocidas como kami. El término shinto del cual proviene la palabra sintoísmo significa "camino de los dioses", en un principio, esta religión étnica indígena no tenía nombre hasta la introducción del budismo en Japón. Una de las denominaciones que recibió el budismo fue butsudo, que significa "la vía del Buda". A fin de poder diferenciar el budismo de la religión nativa, ésta que hasta entonces no tenía nombre, pronto llegó a ser conocida como shinto (camino de los dioses). Desde entonces hasta hoy en día, el sincretismo entre las dos religiones ha ido en aumento hasta tal punto que es muy habitual encontrar un templo budista dentro del espacio sagrado de un templo sintoísta.
Según una tradición, el templo de Sennyu-ji en Kioto fue una reconstrucción de un templo anterior, Hōrin-ji, que había sido fundado por Kōbō-Daishi, sirviendo durante siglos como un templo mortuorio para los aristócratas y la casa imperial. Este lugar se encuentra a 6,6 millas de la cima del monte Hiei y se encuentra alineado con el famoso templo sintoísta de los mil toriis, fundado con anterioridad, y que se encuentra a 6,6 millas náuticas de la cima del monte Hiei, monte sagrado por excelencia para los sintoístas.
En el año 794, siguiendo la orden del emperador Kanmu se construyó el palacio Heian con el propósito de trasladar la capital, esto ocurrió a la par que el monje Saichō fundaba el monasterio Enryaku-ji del monte Hiei. Desde el palacio hasta el monasterio hay 6,6 millas.
De nuevo vuelve a repetirse el patrón del misionero que establece centros de peregrinaje conectados alineándose con los lugares sagrados que ya existían en el lugar y monarcas que urbanizan de modo que ordenan las construcciones de esta misma forma numerológica, como veremos en los siguientes apartados, en los que también volveré a hablar de Japón.
El emperador Go-Horikawa y el emperador Shijō, ambos del siglo XIII, fueron los primeros en ser consagrados en un mausoleo imperial en Sennyū-ji. Es un templo budista en Higashiyama-ku en Kioto que se encuentra a 3,33 millas del centro del palacio imperial de Kioto. Durante siglos, Sennyū-ji fue un templo mortuorio para los aristócratas y la casa imperial. Según una tradición, este templo fue una reconstrucción de un templo anterior, Hōrin-ji, que había sido fundado por Kōbō-Daishi (Kukai, visto en un capítulo anterior). Esta tumba imperial ha sido ubicada respecto a otro mausoleo más importante ya que es el del emperador jimmu, el primer emperador legendario de Japón, que reinó hasta el 660 a.C. La distancia entre ambos es de 33,3 millas. Alineado se encuentra el Mausoleo de Fushimi Momoyama (Meiji), emperador de Japón hasta 1912. Esto es otra prueba de que en la modernidad se sigue ubicando este tipo de construcciones del mismo modo que se ha hecho ancestralmente. El mausoleo Meiji no es el primero que se colocó en ese lugar ya que al lado se encuentra el mausoleo del emperador Kanmu del siglo IX. El siguiente dato es otra prueba de que ha perdurado hasta la actualidad una tradición que da importancia a los puntos extremos del territorio. La encontramos en el Santuario Meiji, en el parque Yoyogi de Tokio. El santuario está consagrado a los espíritus deificados del Emperador Meiji y su esposa y se encuentra a 660.000 metros del punto extremo septentrional de la isla Honshu, la principal de Japón.
En las islas del sur de Japón, en el año 1261 se construyó el Mausoleo Urasoe yōdore y se ubicó de modo que dista del mausoleo de Kanmu (y posteriormente Meiji) 666 millas náuticas.
Kinkaku-ji (templo del pabellón de oro) es el nombre informal del Rokuon-ji (templo del jardín de los ciervos) en Kioto, Japón. Fue construido originalmente en 1397 como villa de descanso del shōgun Ashikaga Yoshimitsu, llamada Kitayama. Se encuentra a 6,66 millas de la cima del templo Enryaku-ji, mencionado anteriormente, en la cima del monte Hiei. El Templo del Pabellón de Oro es un edificio de tres plantas, las dos plantas superiores del pabellón están recubiertas con hojas de oro puro (también conocido como pan de oro). El tercer piso, con ventanas, es de estilo templo Zen, y es llamado Kukkyoo-choo, alberga una tríada de Budas, funciona como un sheriden, guardando las reliquias del Buda y en el techo está ubicado un fenghuang o "fénix chino" dorado.
Volviendo a la figura de Avalokiteshvara, en Japón es conocida como Kannon y en la región de Kansai se realiza un peregrinaje centrado en ella llamado Saigoku Kannon que consta de 33 templos budistas. Es tradicional que los peregrinos usen ropa blanca y sombreros de paja cónicos. El primero de ellos es Seiganto-ji y se encuentra a los pies de la cascada Nachi, vista anteriormente, conectada al mausoleo de Kukai. También en Corea existe una peregrinación dedicada a esta figura de 33 templos entre los que destaca Naksansa. Guanyin (nombre con el que se conoce esta figura en China) también se puede encontrar en el Templo del Buda de Esmeralda de Bangkok Tailandia (Wat Huay Pla Kang) donde la imagen se considera el paladio sagrado de ese país, mide 66 centímetros y está hecha de una piedra verde semipreciosa.
Es generalmente aceptado que la enseñanza de la literatura más antigua sobre las doctrinas de Avalokiteśvara es el Sutra del Loto. Estos se encuentran en el Capítulo 25 del Sutra del loto: ‘Puerta universal del Bodhisattva Avalokiteśvara’. Este capítulo está dedicado a Avalokiteśvara, y lo describe como un bodhisattva compasivo que escucha los gritos de los seres sintientes y que trabaja incansablemente para ayudar a quienes invocan su nombre. Se describen un total de 33 manifestaciones diferentes de Avalokiteśvara. Volviendo al mausoleo del emperador Jimmu y la tumba imperial Sennyu-ji, ambos lugares, además de encontrarse conectados entre ellos a una distancia de 33,3 millas, ambos están conectados al monte Everest, el primero a 4.666 kilómetros y el segundo a 4.660,6 kilómetros. Lo mismo sucede con el mausoleo del emperador Kanmu y con la ciudad de Nara, primera capital de Japón, el centro de Nara se encuentra a 4.666,6 kilómetros del Everest y el mausoleo del emperador Kanmu se encuentra a 4.660,6 kilómetros del Everest. En la prefectura de Nara, cercano al mausoleo de Jimmu, se encuentra el templo Tsubosaka, construido en el siglo VIII. Es una mezcla de estilos japonés e indio que hace único a este templo. Hay varios budas de estilo indio, un santuario estilo Taj Mahal y tallas en bajorrelieve, todo en piedra blanca; estos fueron regalados por India. Tsubosaka también se encuentra a 4.666,6 kilómetros del Everest, el punto extremo de mayor altitud.
Unas líneas atrás se ha hecho mención del Santuario Meiji, en el parque Yoyogi de Tokio, que también está conectado con un punto extremo de Japón. Si se mide desde el santuario hasta Lumbini, lugar de nacimiento de Buda, al que también están conectados el monte Wutai y el monte Hua, la distancia es de 3.330 millas y se en lugar de medir desde el santuario se hace desde el palacio imperial de Tokio la distancia es de 3.333 millas. Téngase en cuenta en la lectura de los apartados posteriores que éstas no son las únicas tumbas de emperadores conectadas al Everest que hemos descubierto; en la primera parte de la exposición vimos que el Valle de los Reyes se encuentra a 3.330 millas de la cima del Everest.
En este apartado que termina aquí podría estar incluído el sijismo, la religión que surgió en el Punyab en el siglo XVI y cuyo fundador está enterrado conectado al Everest. Como veremos, existen importantes analogías entre ejemplos mostrados hasta ahora y los relacionados con el sijismo, sin embargo, éstos son mostrados en el apartado dedicado a la colonización británica. Lo mismo sucede con el budismo tibetano, del cual no se dice ni una palabra en esta tercera parte de la exposición. Apartados posteriores continúan el análisis de los sitios sagrados asociados a estas religiones; en el dedicado a la colonización británica se puede descubrir que el monte Meru, sagrado y un símbolo cósmico central en varias tradiciones religiosas del sur de Asia, especialmente el hinduismo, el budismo, el jainismo y la religión Bon (indígena del Tíbet), también forma parte de esta red.