Los apartados dedicados a la cuarta parte de esta exposición han mostrado alineamientos directamente relacionados con la actividad militar desde la revolución francesa hasta bien entrado el siglo XX, y las divisiones territoriales que han provocado, no sólo los comprendidos en esta etapa, también en anteriores. En conjunto, muestran que existe una pauta en el orden geográfico de la civilización que trasciende las eras. Este apartado de una nueva parte que empieza aquí, vuelve atrás en el tiempo para volver a abordar esta etapa de la historia pero esta vez poniendo el foco en el avance científico y tecnológico de la civilización para ponerlo en contraste con los procesos geopolíticos vistos anteriormente y por supuesto, las analogías y pautas que se puedan extraer de ello.
Tal como vimos en el apartado dedicado a la división territorial, el Tratado de los Pirineos de 1660 estableció la frontera actual entre Francia y España otorgando a Francia el territorio de la Cataluña del Norte. La ciudad de Dunkerque estuvo bajo posesión española durante la guerra de Flandes hasta que fue capturada por las fuerzas franco-inglesas tras la batalla de las Dunas de 1658. La ciudad fue otorgada a Inglaterra en la paz del año siguiente según lo acordado en la alianza franco-inglesa contra España, y en octubre de 1662 Inglaterra vendió Dunkerque a Francia. En 1663 el rey Carlos II constituyó la Royal Society, otorgó sus armas a la sociedad, donó una vara y fue nombrado miembro fundador. En 1666 fue fundada la Academia de Ciencias de Francia en la biblioteca del Rey en París y durante esa misma década de 1660 se construyó el palacio de Versalles, lugar del cual se han mostrado varios alineamientos hasta ahora. Desde la puerta del palacio de Versalles hasta la puerta del parque Greenwich, donde se encuentra el observatorio real inglés establecido en 1675, hay 333.300 metros. El jardinero real André Le Nôtre diseñó los dos jardines; el de Greenwich y el de Versalles.
El intercambio científico entre Gran Bretaña y Francia en el siglo XVIII se vio socavado por una sucesión de guerras, sin embargo, la Royal Society y la Academia de Ciencias de París lograron un intercambio constante de noticias y publicaciones científicas, con visitas intermitentes de científicos e incluso la elección de miembro honorario entre las dos sociedades. Las ciencias nunca estuvieron en guerra.
Si se intenta investigar el origen de la medición de largas distancias en cualquier enciclopedia, se observa que este es igual de confuso que el de las unidades de medida. Según los historiadores, el metro fue creado en la Francia de la Revolución Francesa a finales del siglo XVIII. Fue concebido para ser universal, para unificar las distintas unidades de medida y es a partir de ahí cuando las unidades de medida entran en la modernidad. Según los historiadores, antes del metro, las unidades de medida eran antropométricas; codos, pies, etc. y con este sistema se construyeron las maravillas de la antigüedad. También explican que el origen de la triangulación necesaria para medir distancias se encuentra a principios del segundo milenio a.C, en el Antiguo Egipto, como atestigua el papiro de Rhind, y que también se inventó, de manera independiente en China, más o menos al mismo tiempo. En China, Pei Xiu (224-271), en el quinto de sus seis principios, identificó la medición de los ángulos rectos y agudos para un adecuado trazado de mapas, necesario para establecer con precisión las distancias; mientras que Liu Hui, también en el siglo III, da una versión del cálculo anterior para la medición de las distancias perpendiculares a lugares inaccesibles como cimas de montaña. En Europa, el método de triangulación se desarrolla cuando en el siglo XVII, el neerlandés W. Snellius, estudió la distancia de Alkmaar a Bergen-op-Zoom utilizando un conjunto de 33 triángulos. Durante el siglo XVIII se hicieron las suficientes mediciones con esta técnica como para abordar la complicada tarea de definir, con más o menos precisión, las medidas del planeta.
En el apartado dedicado a la Marina Real Británica, cuando la exposición se sitúa entre la guerra de Independencia de Estados Unidos y la revolución francesa, se explica que fue la pérdida del privilegio de calibración que residía en el rey lo que dio paso a legislar sobre la búsqueda de una ley universal que definiera una unidad de medida universal. Pero la ciencia hacía tiempo que preparaba ese avance, el primero que recomendó el nombre metro (medidor) para ser usado como unidad de longitud fue el matemático, astrónomo, arquitecto, egiptólogo, inventor, geógrafo, cartógrafo y físico, Tito Livio Burattini, quien en 1639 exploró la Gran Pirámide de Guiza junto al matemático, astrónomo, arqueólogo y profesor de Oxford, John Greaves e hicieron un análisis y una descripción de las pirámides de Egipto más precisa que cualquier viajero anterior. Greaves intentó también fijar la latitud de Alejandría donde Claudio Ptolomeo había hecho sus observaciones astronómicas. Cabe señalar que Oxford ha sido mencionada en muchas ocasiones a lo largo de la exposición debido a los lugares a los que está conectada y lo mismo sucede con la ciudad de Alejandría, en el apartado dedicado a Alejandría vimos que Alejandro Magno fundó esta ciudad a 666,6 kilómetros de la capital egipcia Tebas, actual Luxor. Estos lugares van a ser clave para entender los próximos alineamientos. El rector de la universidad de Oxford entre 1630 y 1641, durante los viajes de Greaves, era William Laud, arzobispo de Canterbury (líder de la Iglesia de Inglaterra) pero éste había nombrado 'proctor' (una variante de procurador, una persona que actúa en nombre de otra) a Lawrence Washington, tatarabuelo de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos. Cuando estalló la guerra civil inglesa en 1642, Lawrence Washington se convirtió en rector de la empobrecida parroquia de Little Braxted. Su esposa e hijos no lo acompañaron allí, ya que fueron albergados por la familia de Sir Edwin Sandys, fundador de la Virginia Company de Londres, sucesora de la Virginia Company que en 1606 estableció Jamestown, el primer asentamiento inglés permanente en lo que hoy es Estados Unidos como vimos en el apartado dedicado a la Marina Real Británica. A través de los Sandys, el hijo de Lawrence, John (bisabuelo de George Washington), consiguió aprendizaje con un comerciante de Londres donde aprendió el oficio del tabaco. En 1664, ya en la Colonia de Virginia, John Washington compró 100 acres en Bridges Creek cerca de la confluencia con el río Potomac, y se estableció allí, en lo que ahora es el Monumento Nacional del Lugar de Nacimiento de George Washington. George Washington nació en 1732, aprendió matemáticas, incluida trigonometría, y agrimensura, y se convirtió en un talentoso dibujante y cartógrafo. En 1748, Washington pasó un mes con un equipo inspeccionando la propiedad de Fairfax en el valle de Shenandoah. Al año siguiente recibió una licencia de topógrafo del College of William & Mary. Thomas Fairfax lo nombró topógrafo del condado de Culpeper, Virginia, donde prestó juramento el 20 de julio de 1749. Posteriormente se familiarizó con la región fronteriza y, aunque renunció al trabajo en 1750, continuó haciendo estudios al oeste de las montañas Blue Ridge. En 1752, había comprado casi 1500 acres (600 ha) en el valle y poseía 2315 acres (937 ha). George Washington, también en 1748, estuvo involucrado en el proceso de creación de la ciudad de Alexandria; Lawrence Washington, representante del condado de Fairfax, yerno de William Fairfax y miembro fundador de la Compañía de Ohio, presentó una petición en la Cámara de los Burgueses el 1 de noviembre de 1748, en la que se pedía a los habitantes del Condado de Fairfax que se estableciera una ciudad en Hunting Creek Warehouse en el río Potomac. Para apoyar la iniciativa de la compañía de construir una ciudad en el río, el hermano menor de Lawrence, George Washington, un aspirante a topógrafo, hizo un boceto de la costa promocionando las ventajas del sitio. Si se mide desde Old Town Alexandria hasta el castillo de Windsor la distancia es de 3.660 millas. Este grupo de especuladores ricos que formaron la Compañía de Ohio para iniciar el asentamiento y el comercio inglés al oeste de los Apalaches, estaban respaldados por la monarquía británica. El Reino de Francia, que reclamaba esta zona como parte de su colonia de Nueva Francia, lo consideró una amenaza y en 1754 la Guerra franco-india envolvió a Inglaterra, Francia, los iroqueses y otras tribus aliadas de ambos bandos. Una milicia de varias colonias británicas, llamada Regimiento de Virginia, estaba dirigida por el mayor George Washington, de 21 años, uno de los inversores de la Compañía de Ohio. Mont Vernon dista 3.666 millas del castillo de Windsor. El lector que esté acompañando la lectura del texto con la realización de los alineamientos en el mapa puede observar que desde Windsor hasta Oxford hay 33,3 millas.
La familia Washington, cofundadores de la Compañía de Ohio, llegaron a América gracias a Sir Edwin Sandys, que a su vez también era cofundador de una compañía, la de Virginia, respaldada por la Corona. Sir Edwards Sandys también estudió en Oxford y su tutor fue Richard Hooker (del cual también fue albacea por su gran amistad), nombrado Maestro del Temple en Londres por la Reina Isabel I en 1585. La misma que encargó a William Gilbert el estudio del funcionamiento de la brújula, trabajo que publicó como 'De Magnete, magneticisque corporibus, et de magno magnete tellure' (Sobre los imanes, los cuerpos magnéticos y el gran imán terrestre). La misma Isabel I por la que la colonia y luego Estado de Virginia tiene este nombre ya que el sobrenombre de Isabel I es "La Reina Virgen". Si analizamos los recorridos de los dos últimos alineamientos mostrados observamos que el Fairmount Park de Philadelphia queda bajo la línea entre Windsor y Alexandria, como vimos en el apartado dedicado a la Marina Real Británica, Filadelfia fue fundada por William Penn en 1682 en las tierras que Carlos II de Inglaterra puso a su disposición. La línea también pasa por Nueva York dejando el Empire State alineado. En el alineamiento entre Windsor y Mount Vernon observamos que el centro de Philadelphia queda alineado. En el siguiente apartado, dedicado a las exposiciones universales, veremos que la línea entre Washington y Versalles vista en el apartado 'Marina Real Británica' también pasa por el Fairmount Park de Philadelphia.
Volviendo al profesor de Oxford, John Greaves, en su viaje por el Levante encontramos un adelanto de lo que veremos más tarde de forma masiva, el interés europeo de acceder a los obeliscos egipcios. El material que recopila Greaves en sus viajes, como manuscritos y libros, eran para presentarlos en Oxford, ya hemos visto que William Laud y Lawrence Washington eran el rector y el 'proctor'. Escribió el libro 'Pyramidographia' y se sabe también que, durante uno de sus viajes, en Roma hizo mediciones del obelisco de Domiciano. Aunque el conde de Arundel pagó un depósito de 60 coronas para la compra de este obelisco, el papa Urbano VIII vetó su exportación y fue erigido por su sucesor Inocencio X sobre la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini en la Piazza Navona, donde se encuentra en la actualidad. En Roma se encuentran trece obeliscos, al menos ocho de ellos fueron creados por los antiguos egipcios y se trasladaron desde Egipto tras la conquista romana. Tanto ingleses como franceses hicieron lo mismo como veremos más adelante. En 1670 Gabriel Mouton propuso un sistema de medida decimal utilizando como unidad de medida una fracción de la circunferencia de la tierra en lugar de la longitud de un péndulo o las medidas del cuerpo humano. Más tarde, Burattini desarrolló un sistema de unidades basado en el tiempo, similar al sistema métrico decimal; lo publicó en su libro ‘Misura Universale’ (‘Medición universal’) en 1675. Su sistema incluye el "metro católico" (medidor universal), una unidad de longitud equivalente a la longitud de un péndulo de segundos (difiere del metro moderno en medio centímetro). Burattini escribió sobre su obra: “La Medida Universal, es decir, el verdadero tratado, que muestra cómo determinar la medida y el peso universales para todos los lugares del mundo, que no dependería de ninguna otra medida y ningún otro peso, y que tendría el mismo valor en todos los lugares de la Tierra, y se mantendría sin cambios y eterna hasta el fin del mundo”. Obsérvese que dos de las personas más importantes de su época, antes de abordar estas reformas de las unidades de medida (tanto de espacio como de tiempo) viajaron, en el siglo XVII, a estudiar la Gran Pirámide. Tal es el caso de Fabricio Mordente, que lo hizo casi un siglo antes que Greaves y Burattini. Mordente inventó un tipo particular de compás, al que llamó "brújula proporcional de ocho puntas" dotada, en los dos brazos, de cursores adecuados para resolver el problema de medir la circunferencia y el área del círculo. En 1585 Giordano Bruno utilizó la brújula de Mordente para refutar la hipótesis de Aristóteles sobre la inconmensurabilidad de los infinitesimales, confirmando así la existencia del "mínimo" que sentó las bases de su propia teoría atómica. El apartado dedicado a las guerras napoleónicas muestra que Napoleón, antes de convertirse en emperador, había realizado la campaña de Egipto pasando la noche del 12 de agosto de 1799 dentro de la Gran Pirámide. El 9 de noviembre de 1799 Napoleón dio un golpe de Estado y el 10 de diciembre de 1799 el sistema métrico, es decir, el sistema de unidades de medida basado en el metro, fue adoptado oficialmente en Francia. Si no aceptamos esto como una casualidad, ¿qué relación hay entre la Gran Pirámide y la forma en que medimos el espacio-tiempo?
La reforma del sistema de unidades de medida no la inició Napoleón sino que fue el inicio de la revolución francesa lo que ocasionó que la Asamblea Nacional Constituyente, legislara al respecto. El 7 de octubre de 1790 aconsejó la adopción de un sistema decimal, y el 19 de marzo de 1791 aconsejó la adopción del término mètre ("medidor"), una unidad básica de longitud, que definieron como igual a una diezmillonésima parte del cuarto de meridiano, la distancia entre el Polo Norte y el Ecuador a lo largo del meridiano que pasa por París. El 26 de marzo de 1791, la Asamblea Nacional Constituyente aprobó la propuesta. La Academia de Ciencias de Francia encargó una expedición geodésica dirigida por Jean Baptiste Joseph Delambre y Pierre Méchain, que duró de 1792 a 1799, que intentó medir con precisión la distancia entre el campanario de Dunkerque y el castillo de Montjuïc en Barcelona. Ambos eran miembros de la Academia de Ciencias francesa y de la Royal Society inglesa. Si observamos la historia de estas dos ciudades es similar en cuanto a que siempre han estado expuestas a la codicia política y eso ha hecho que cambien de manos en varias ocasiones. Ocho años después de que en 1662 Dunkerque pasara de manos de los Habsburgo españoles a Luis XIV de Francia, el rey español Carlos II el Hechizado, de la casa de Habsburgo, muere sin descendencia. Este fue sucedido por un Borbón (Felipe V), nacido en Versalles y nieto de Luís XIV. El cambio de dinastía en el trono español dio lugar a un conflicto internacional que pronto se tornó guerra civil en la propia España entre los partidarios del Archiduque Carlos y los de Felipe V. Tras la victoria, Felipe V construyó entre 1715 y 1751, la ciudadela de Barcelona para el control de la ciudad, posteriormente esa fortaleza se derribó y se construyó el parque de la Ciudadela, en cuyo interior se encuentra actualmente el Parlament de Catalunya, en el edificio que servía de polvorín. La distancia entre el centro de Dunkerque y la ciudadela de Barcelona (actualmente Parc de la Ciutadella), es de 666,6 millas. Esta línea pasa por el jardín del palacio de las Tullerías, rediseñado en 1664 por el mismo Le Nôtre que diseñó el de Versalles y el de Greenwich.
En 1992, con motivo del 200º aniversario de este trabajo científico, el ayuntamiento de Barcelona colocó en la plaza de Les Glòries, que se encuentra bajo esta línea, un monumento de 35 metros de largo y dos de alto, que representa, a escala longitudinal de 1:35000, el perfil de altitudes geográficas entre Barcelona y Dunkerque. Volviendo a la expedición del meridiano Dunkerque-Barcelona, la tarea de triangular esta distancia se dividió en dos partes: una sección norte de 742.7 km que une el campanario de Dunkerque con la catedral de Rodez, dirigida por Delambre, y una sección sur de 333 kilómetros desde la catedral de Rodez hasta Barcelona, dirigida por Méchain. Efectivamente, para calcular el valor del metro se repartió la tarea de triangulación de modo que el metro aparece del mismo modo numerológico que se viene exponiendo a lo largo de esta cronología.
En la mañana del 21 de septiembre de 1792, la Convención Nacional se reunió primero en el palacio de las Tullerías de París, y luego se trasladó a la Salle du Manège, lugar de las reuniones de la Asamblea Legislativa. Los diputados aprobaron por unanimidad el proyecto de ley del abate Grégoire «La Convención Nacional decreta la abolición de la realeza en Francia». Al día siguiente, durante la sesión de la mañana, la Convención decretó que todos los actos públicos a partir del 22 de septiembre (equinoccio de otoño) llevarían en adelante la fecha del primer año de la República Francesa. También decretaron que, de medianoche a medianoche, el día se dividía en 10 horas; cada una de ellas se dividía en 100 minutos decimales y cada minuto en 100 segundos. De esta manera, la nueva hora correspondía a 2 horas y 24 minutos del sistema sexagesimal. Como todos sabemos estas reformas no prosperaron, la magnitud de los cambios y el rechazo popular hizo imposible el sistema de tiempo decimal. En China se utilizó el tiempo decimal desde el primer milenio a.C dividiendo el día en 100 ke; cada uno corresponde a 14.4 minutos, 100 ke es igual a 1.440 minutos. Dejó de ser utilizado en 1645 cuando el calendario Shixian, basado en la astronomía europea llevada a China por los jesuitas, adoptó 96 ke por día junto con 12 horas dobles, con lo cual cada ke corresponde exactamente a un cuarto de hora. En Francia, la manera de medir el tiempo volvió a ser el sistema sexagesimal a los pocos años por lo que el planeta volvía a estar dividido en 360º en lo referente a la hora, sin embargo en lo referente a la medición del espacio el sistema decimal prevaleció y éste partía de la base de dividir el cuarto de meridiano terrestre en diez millones de partes. En este sistema sexagesimal de tiempo que aún utilizamos, al hacer que la distancia del Polo Norte al Ecuador sean 10.000 kilómetros, a cada milla náutica (un minuto de arco de ese meridiano) le corresponde un valor de 1851,851851851 metros por lo que cada 30º son 3.333,3 kilómetros. La combinación del sistema métrico y el sexagesimal provoca que a cada 15º de longitud (lo que equivale a una hora de las 24 que tiene el día) le correspondan 1.666,66 kilómetros.
La medición del arco geodésico de Struve (1816-1855) permitió una determinación más precisa de la figura de la Tierra lo que habría dado otro valor para la definición de este estándar de longitud. Sin embargo, esto no invalidó el metro, pero destacó que el progreso de la ciencia permitiría una mejor medición del tamaño y la forma de la Tierra por lo que tarde o temprano habría que redefinirlo. Pero no sería hasta 1889.
Durante unos años, diferentes países han utilizado diferentes equivalencias entre la milla náutica y el metro, dependiendo de su ubicación geográfica y otros criterios, así, el Almirantazgo británico ha utilizado durante mucho tiempo la milla náutica como equivalente a 6.080 pies (1.853,184 m), un valor equivalente a un minuto de latitud al sur del Canal de la Mancha. En 1929, la Primera Conferencia Hidrográfica Internacional Extraordinaria fijó el valor de la milla náutica exactamente en 1.852 metros y en 1960 la Oficina Internacional de Pesas y Medidas desaconsejó el uso de la milla náutica pero, como sabemos, no dejó de usarse. La milla náutica nace del milenario sistema sexagesimal, es una medida sagrada, que armoniza la antigua geometría sexagesimal y las matemáticas del círculo y la esfera, con los ciclos y dimensiones del tiempo y el espacio. El radio de un círculo divide a éste en 6 partes de forma natural, el hexágono es una prueba fácil de ello. En un sistema sexagesimal en el cual, el círculo tiene 360º, cada grado se divide en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos, y de esta forma "natural" surge una geometría mágica. Debemos tener en cuenta el radio del Sol como la relación entre el uno (su centro) y todas sus partes (la esfera). Si esto lo extrapolamos a un macrocosmos, que en este caso es el sistema solar, el resto de cuerpos son en la medida que es el sol, más la relación del mismo con el resto de cuerpos. La palabra radio, tanto en geometría como si se refiere a un aparato de radio, o la expresión "radio de acción", todas tienen el mismo origen, se trata de radius, rayo de luz, energía que irradia. En este sistema solar del que formamos parte todo irradia de ese centro cuyo radio expresado en millas es 432.000, como los 432.000 años de Kali Yuga. Ha de prestarse toda la atención posible al radio porque es una manifestación, símbolo de lo que une al Uno y los muchos, divinidad e individuo (del latín individuus ‘indivisible’), relación entre la unidad y la multiplicidad. El Ciclo del Yuga dura 12.000 años pero estos son años divinos, los años nuestros corresponden a una 360ª parte de los divinos por lo que para hacer el ciclo del Yuga, el cual se divide en cuatro edades (Satya o Krita Yuga, Treta Yuga, Dvapara Yuga y Kali Yuga) son necesarios 4.320.000 años. Los 12.000 años divinos que dura el ciclo del Yuga se reparten de modo que al primero, el Satya Yuga, le corresponden 4.800. Al segundo, el Treta Yuga le corresponden 3.600 años divinos, al Dvapara Yuga le corresponden 2.400 años divinos y al Kali Yuga 1.200 años divinos. Por lo tanto esta rueda cósmica reparte la duración de su tiempo completo, restando 1200 años divinos del primer yuga al siguiente; el primer Yuga dura 4.800, el siguiente dura 3.600, el otro 2.400 y el último 1.200. Al restar 1.200 a sí mismo, queda en cero y la rueda vuelve a empezar. Como hemos visto, 1.200 años divinos son 432.000 años; en éste tiempo de Kali Yuga, el radio del Sol mide 432.000 millas.
Otro número, determinado por el número de años terrestres que dura el año equinoccial (Gran Año o Año Platónico) es el 25.920. Si lo dividimos por 12, porque doce son las constelaciones zodiacales que corresponden a 1.000 años divinos cada una, a cada era astrológica le corresponden 2.160 años, a 2 eras astrológicas le corresponden 4.320 años, de nuevo el 432. Esta Precesión de los Equinoccios o 25.920 años, cuando se divide por 60 da 432. El número 432, multiplicado por 432 es igual a 186.624; según la ciencia actual, la velocidad de la luz expresada en millas es 186.282. El tamaño de la escala de la Gran Pirámide de Giza con respecto a la Tierra es 1:43.200. A 4 eras astrológicas les corresponden 8.640 años, lo cual cuadra con los 86.400 segundos en los que se reparte el giro completo de nuestro planeta y los 864.000 años que dura el Dvapara Yuga. Un corazón muy sano late 86.400 veces al día. 5 eras astrológicas son 10.800 años; hemos hablado del radio del Sol y del tiempo que tarda la Tierra en hacer un giro completo pero no olvidemos que el radio de la Luna son 1.080 millas. 6 eras astrológicas son 12.960 años y lo que dura el Treta Yuga en años terrestres son 1.296.000 años. 8 eras astrológicas corresponden a 17.280 años; 1.728.000 años son los que dura el Satya Yuga, el primero de los cuatro Yugas.
La milla, según los historiadores, tiene su origen en una mezcla entre varias unidades de medida inglesas y romanas y se estandarizó entre la Commonwealth británica y los Estados Unidos mediante un acuerdo internacional en 1959, cuando se redefinió formalmente con respecto a las unidades del Sistema Internacional de Unidades como exactamente 1.609,344 metros. Pero ¿cómo se fijó ese valor? Si se supone que deriva de la milla romana y se acepta que un paso tiene cinco pies, la milla puede medir entonces 5.000 pies, sería una forma sencilla de hacerlo. El problema radicaba en que los aldeanos ingleses ya utilizaban una medida establecida mucho antes de la llegada de la milla: el furlong. La tradición rural había dividido el furlong en 660 pies (de nuevo una relación numerológica). Resultaba imposible dividir la milla romana de 5.000 pies en un número exacto de furlongs por lo que surgieron dos posibilidades, o acortar el furlong hasta 625 pies, para que una milla fueran 8 veces un furlong, o mantener el valor del furlong en 660 pies como un bien nacional inalterable. Por supuesto, se eligió la segunda, de ahí que la milla inglesa mida 8 veces 660 pies, es decir, 5280 pies. Esto se ratificó por ley en 1575, al mismo tiempo, el Parlamento oficializó la longitud de la milla en 1760 yardas. Aquí surge una interesante relación entre la milla y el metro, y de nuevo el radio, y el orden numerológico que se está exponiendo; el perímetro de un círculo es igual a su radio (Pi) por su diámetro, por lo tanto, un círculo con un diámetro de 6,6 millas tiene un perímetro de 33,3 kilómetros. En el caso de la Luna, su radio es de 1080 millas, exactamente 400 veces el tamaño del radio del Sol. Además de esto se da la circunstancia que la Luna está 400 veces más cerca de la Tierra que el Sol por lo que, cuando sucede un eclipse, desde la perspectiva terrestre, la Luna tapa el disco solar como si tuvieran el mismo tamaño. El número 108 y el 432 forman parte de una secuencia especial como veremos a continuación.
27, 54, 108, 216, 432, 864, es posiblemente una secuencia mágica y se utiliza mucho en tecnología; las 1080 líneas que dan nombre a la resolución 1080p, o las 2160 que hacen el 4K UHDV es una muestra. Pero también se utiliza mucho en construcción, como la cruz del Valle de los Caídos que mide 108 metros, conectada al punto extremo meridional de la península Ibérica. También encontraremos esta cifra profundizando en las tradiciones orientales, especialmente en el Bön, el Budismo, el Hinduismo y el Jainismo. El templo de Ranganathaswamy, visto en la tercera parte, conectado al punto extremo meridional del subcontinente indio, es un ejemplo.
El pentágono se compone de ángulos de 108º, cuando alargamos sus lados hasta que cada lado vuelve a formar un vértice con el resto de lados prolongados, el pentágono pasa a ser un pentagrama, figura mágica por tradición. Uniendo los vértices del pentagrama se forma de nuevo un pentágono mayor y es posible repetir esta operación tanto hacia adentro como hacia afuera, combinando así, el pentágono con el pentagrama infinitamente. En ese infinito está la prueba de que nos encontramos ante geometría sagrada o mágica.
Esos ángulos nuevos que se forman cuando se pasa del pentágono al pentagrama son de 36º y 72º, la relación entre 72 y 108 es 0,6666666666666667, la misma que entre 24 y 360.
La disposición de esos grados, es decir, esa forma de desplegarse geométricamente, provoca que aparezca la proporción áurea, fácilmente identificable en la medida entre los segmentos que se forman al cruzarse los lados que forman la estrella. Y también en la medida o proporción existente entre las áreas de los triángulos pequeños y grandes, dentro y fuera de la estrella.
Durante miles y miles de años la humanidad se ha desarrollado conocedora de la relación que existe entre la Luna y la vida en la Tierra, como las mareas, los ciclos biológicos vegetales; por ejemplo con cada ciclo lunar los corales diploria strigosa se cubren con una nueva capa ósea. O el ciclo menstrual promedio que está en sincronía con el tiempo que tarda la Luna en orbitarnos (27,3 días). Es por esto también que el período de gestación humana es de 273 días promedio. Dicho de otra forma, los ciclos aquí en la Tierra guardan relación directa con la Luna. Esto se entendía así hace miles de años, y el año, de una forma natural, se dividía en 13 lunas. Es en el inicio de la llamada civilización cuando se impone una frecuencia de tiempo solar. Tras pasar por una fase previa de calendario Juliano, éste finalmente derivaría en el calendario Gregoriano actual. 30 días tiene septiembre, junto con abril, junio y noviembre; los demás 31, y de 28 sólo hay uno. Así es la ilógica naturaleza del calendario gregoriano. El año litúrgico, también llamado año eclesiástico, es el ciclo de las estaciones litúrgicas en las iglesias cristianas que determina cuándo se deben observar los días festivos. El Tiempo Ordinario es la parte del año litúrgico en la liturgia del Rito Romano, que cae fuera de las dos grandes temporadas de Navidad y Pascua, o sus respectivas temporadas preparatorias de Adviento y Cuaresma. De las 52 semanas que suele tener un año, 33 corresponden al Tiempo Ordinario. Algunos ritos de la Iglesia sí dependen de la luna, por eso la Semana Santa puede caer en una fecha u otra ya que se celebra en función del Domingo de Resurrección, que corresponde al siguiente domingo después de la primera luna llena de primavera. Esos días coinciden con la celebración de Beltane, en la antigua Irlanda, a medio camino entre el equinoccio de primavera y el solsticio de verano. La hoguera de Bealtaine principal se encendía en la colina central de Uisneach, ‘El ombligo de Irlanda’, centro ritual del país, que forma parte de esta red de alineamientos, como hemos visto en la segunda parte. La festividad Beltane recibe el nombre del mes en que se celebra, que corresponde a Mayo, en muchos pueblos aún se celebra el árbol de mayo, plantando un tronco en la plaza del pueblo, como signo de fertilidad y de renovación o de resurrección.
Las culturas de medio oriente de la antigüedad tenían un sistema numérico con el número 60 como base y la división del círculo en 360º nos ha llegado desde entonces (6 x 60 = 360). La necesidad de encontrar un número que se ajustara a sus necesidades astronómicas hizo que fuera el 360 el número elegido por su aproximación a la duración de los días que tiene un año, esto nos enseñan los historiadores. Que se realizaron 12 divisiones de 30º y surgió el zodiaco con sus doce casas, y la forma de dividir el año en doce meses. Esto les daba un total de 360 días pero al final del último mes de cada año se añadían los cinco días (epagómenos) que faltaban para completar el año de Ra, en el caso egipcio. Es así como la ingeniería social de la época organizó los tiempos de la actividad humana basándose en lo solar. Por supuesto, es por esto también que nuestras horas tienen 60 minutos y nuestros días tienen 24 horas. Como es la medida de los ciclos de su tiempo, así es la medida de la mente humana.
El tiempo, como el espacio, son infinitos; cuando los medimos, lo que estamos haciendo es acotar, limitar, objetivar algo que es subjetivo. El tiempo es cualitativo ya que no se percibe el paso del tiempo del mismo modo cuando uno se aburre que cuando se divierte, por lo tanto el tiempo no es algo homogéneo y dividiéndolo en partes iguales, midiéndolo, se marca un ritmo y así se convierte el tiempo, que debería ser infinito en algo cuantitativo y por lo tanto acotado, limitado. Esto conlleva no sólo unos límites para el propio concepto de tiempo sino que también para la mente humana. Como es la medida de los ciclos de su tiempo, así es la medida de la mente humana.
La ciencia matemática que produjo en Babilonia (según los expertos) la división del círculo en 360º era muy avanzada, consigue que cualquiera de las subdivisiones que se realicen, es decir 180º + 180º, 90º x 4, 45º x 8, al sumar sus cifras el resultado será siempre 9, por ejemplo 180º es 1 + 8 = 9, 45º es 4 + 5 = 9 y así se divida como se divida, la totalidad de los ángulo del círculo de 360º 3 + 6 = 9, estará asociada al 9.
El 'Saros' es un ciclo de tiempo mesopotámico de 223 meses lunares que entre otras cosas permite predecir eclipses de Sol y de Luna. En un período saros, después de un eclipse el Sol, la Tierra y la Luna vuelven aproximadamente a la misma geometría relativa, en una línea casi recta, y se producirá un eclipse casi idéntico al acabar otro ciclo saros. La palabra griega 'saros' aparentemente proviene de la palabra babilónica "sāru", que significa el número 3600. Beroso era šatammu, un sacerdote principal de un templo caldeo; este cargo le dio acceso a los archivos del templo de Esagila del dios supremo babilónico Marduk. Según Beroso, los primeros reyes de Kish reinaron durante 120 saroi antes del Diluvio; si cada saroi son 3.600 años y fueron 120 los saroi de reinado, esto nos da un total de 432.000 años. Recuérdese lo visto en el apartado dedicado a Sumeria y en el dedicado al hinduismo; desde Harappa hasta Kish hay 1.666,6 millas. El número 432.000 aparece también en el Śatapatha Brāhmaṇa, compuesto en la primera mitad del primer milenio a.C. De acuerdo con este Brāhmaṇa, el Ṛg Veda consta de 12.000 versos bṛhatīs, cada uno de los cuales tiene 36 sílabas (lo mismo sucede con el Yajur Veda y el Sāma Veda considerados juntos). Esto nos aporta otro método para obtener el 432.000 ya que 12.000 versos x 36 sílabas = 432.000 sílabas. Hemos obtenido el 432 en el radio del Sol, en los ciclos temporales y en la palabra, es decir en la vibración, y hemos visto también que la relación entre la Gran Pirámide y el tamaño de la circunferencia de la tierra es 1:43.200.
Cualquier sistema astronómico que emplee, como lo hace la astronomía védica, un año de 360 días repartidos en 12 meses (sin contar el decimotercer mes intercalario), de forma natural llega al número 4.320 porque 360 x 12 = 4.320. Como hemos visto, el calendario civil egipcio, de 360 días más 5 epagómenos (que no constituían un mes aparte) es un ejemplo pero también los es el 'año comercial' actual, en el que se toma un año como la suma de doce meses pero simplificando la duración de esos meses y haciéndolos todos iguales a 30 días. Con ello, todos los meses duran igual y suponen un total de 360 días al año. Según la versión oficial, este año se utiliza para el cálculo de intereses bancarios y otras operaciones relacionadas y gracias a este sistema, todos los meses devengan los mismos intereses (los correspondientes a 30 días) y no devengan más los meses de mayor duración. Ello no supone que el año termine cinco días antes, sino que hace desaparecer 5 días del calendario de forma artificial. El comercio y la economía del mundo están sujetos a la misma magia desde hace milenios. El año ateniense, antes de ser reformado se componía de 12 meses lunares, cada mes contaba con 30 días lo que hacía un año de 360 días. En mesoamérica, para el ciclo anual de acontecimientos mundanos no bastaba el calendario de 260 días, por ello utilizaron otro que corresponde al ciclo solar de 365 días. Constaba de 18 “meses” de 20 días (360 días) y de cinco días adicionales. Los cinco días del final del año fueron llamados nemontemi por los mexicas, y uayeb, o decimonoveno mes, por los mayas.
Así que la medición del tiempo está sujeta a la magia del 360 desde hace milenios, y como estamos viendo, a la hora de medir el espacio global se ha organizado un sistema de coordenadas que mantiene esta magia combinando los dos sistemas. En todo punto al sur del círculo polar antártico hay por lo menos un día del año en el que el Sol está sobre el horizonte durante 24 horas seguidas. Del mismo modo, hay por lo menos un día en el que el Sol permanece bajo el horizonte durante 24 horas seguidas. Esto se debe a los 23º de inclinación del eje de rotación de la Tierra respecto al plano de la órbita terrestre alrededor del Sol y se aplica del mismo modo al círculo polar ártico. Por lo tanto, los círculos polares ártico y antártico son paralelos que están definidos por la visión que tiene el observador del sol según su posición en la esfera terrestre. La latitud del planeta donde esto sucede no es una elección humana sino que está condicionada por el movimiento de los astros, dicho de otro modo, es la naturaleza, lo que marca el límite de los círculos polares. Según el sistema sexagesimal de coordenadas terrestre, el círculo polar ártico se sitúa en la latitud 66º33' N y el círculo polar antártico en la latitud 66º33' S. Según los historiadores Hiparco inventó el sistema formal de latitud y longitud pero el sistema de cálculo sexagesimal y la división del círculo en 360º es algo que ya conocían en Babilonia. Las ruinas de esta ciudad se encuentran en la latitud 32º32'32'' N. Seguidamente conoceremos algo sobre la ubicación de la Gran Pirámide.
Como hemos visto en un apartado anterior, en 1798 Napoleón Bonaparte había llegado a Egipto, entonces parte del imperio otomano. Para ganarse la simpatía de los egipcios, se dirigió al pueblo con una proclama en que alababa los preceptos islámicos y manifestaba su intención de librarles del yugo mameluco y otomano; "Pueblos de Egipto, se os dirá que he venido a destruir vuestra religión: ¡no lo creáis! Responded que he venido a restaurar vuestros derechos y a castigar a los usurpadores, y que, más que a los mamelucos, respeto a Dios, a su Profeta y al Corán... ¿No somos nosotros los amigos del sultán a lo largo de los siglos?". Efectivamente, desde principios del siglo XVI cuando el territorio de Egipto había sido conquistado por el imperio otomano, la alianza franco-otomana establecida en 1536 entre Francisco I y Solimán I el Magnífico había permanecido vigente. Los mamelucos, que controlaban Egipto, no consiguieron detenerle y fueron derrotados en la batalla de las Pirámides. Fue entonces cuando Napoleón tuvo acceso a la Gran Pirámide quedando en el imaginario el hito histórico de su pernocta en la Gran Pirámide. Poco después, la flota francesa fue destruida por los británicos en la batalla del Nilo, pero los franceses seguían dominando en parte del país y Napoleón pudo escapar a Francia. Entonces, el sultán otomano decidió mandar tropas para socorrer a sus vasallos. Así, en 1799 Mehmet Alí fue enviado a Egipto logrando expulsar a los franceses tras ocupar El Cairo en 1803. En virtud del tratado anglo-otomano, que había puesto fin a las pretensiones egipcias tras la derrota en Líbano y Siria, Mehmet Alí firmó en 1838 un tratado de libre comercio con Inglaterra. En 1848, renunció al trono en favor de su hijo Ibrahim Pachá a causa de su avanzada edad. En 1854 éste fallece y le sucede su hermano Mehmet Said, habiendo conseguido Gran Bretaña establecer una línea de ferrocarril entre El Cairo y Alejandría que le permitía reducir en más de dos meses las comunicaciones comerciales con sus posesiones en Asia. Cabe recordar los apartados dedicados al Sudeste Asiático y a la Marina Real Británica donde se menciona que en esta época ya se había construido el fort William, en Calcuta, a 333 millas náuticas de la cima del monte Everest, lugar al que también se encuentra conectado el Valle de los Reyes de Egipto (a 3.330 millas). Calcuta era entonces la capital de la India británica.
Desde 1721 Gran Bretaña había estado calculando su propio meridiano moviéndolo en varias ocasiones hasta que en 1851 el meridiano de Greenwich fue adoptado como el meridiano del Reino Unido. Posteriormente, cuando en 1884 sea adoptado internacionalmente veremos lo que provoca la ubicación elegida.
Mehmet Said retomó la política de obras públicas de su padre y se deshizo de buena parte del monopolio de la agricultura, liberalizando la economía y favoreciendo las inversiones. Al mismo tiempo, su amistad personal con Ferdinand de Lesseps permitió que el sultán otorgase a Francia en 1854 la explotación del canal de Suez, cuyas obras se iniciaron en 1859, siendo abierto en 1869, bajo el gobierno de Ismail Pasha (Khedive Ismail). En el apartado dedicado a la división territorial hemos visto la importancia de los lugares de paso en esta red de alineamientos. El canal de Suez es un lugar de paso fundamental para el tráfico global y el lugar elegido para iniciar el canal en la costa mediterránea es Port Said, que se encuentra a 330 millas náuticas del Valle de los Reyes. Ismail Pasha amplió El Cairo siguiendo el modelo urbano y artístico de París, la plaza Tahrir, que es el centro de El Cairo moderno, llevaba su nombre inicialmente y su centro se encuentra a 6,6 millas náuticas de la Gran Pirámide. En 1876 Egipto se declaró en suspensión de pagos y el Reino Unido se comprometió a ayudarlo a cambio de cumplimiento de severas medidas económicas establecidas por una comisión conjunta de los países europeos acreedores. Se estableció por la misma la cuantía de la deuda pública y se atribuyeron determinados ingresos o los bienes producidos en determinados sectores y/o zonas al pago de la deuda. Bajo la apariencia de solventar los problemas financieros, la comisión dirigida por el Reino Unido terminó por intervenir en el conjunto de la política económica egipcia, con el consentimiento de Ismail y creando un gobierno de composición mixto de egipcios y europeos, la mayoría británicos. En 1882 Egipto pasó a ser, oficialmente, un protectorado británico. En 1884 la Conferencia Internacional de Meridianos seleccionó el meridiano que pasa por Greenwich como el meridiano principal estándar mundial, al hacerlo, cada lugar de la Tierra pasó a tener una coordenada. A la coordenada de la longitud de la Gran Pirámide le corresponde una cifra que es la velocidad de la luz en el vacío expresada en kilómetros por segundo (29.9792458º N). En 1889 la 1ª Conferencia General de Pesas y Medidas cambió la definición del metro como la distancia entre dos líneas marcadas en una barra de platino. En 1927, la 7.ª conferencia ajusta la definición basada aún en la barra de platino y no sería hasta 1960 cuando la 11.ª CGPM definió el metro como 1.650 763,73 veces la longitud de onda en el vacío de la radiación que corresponde a la transición entre los niveles cuánticos 2p10 y 5d5 de la átomo de kriptón-86. En 1967 la XIII CGPM definió el segundo del tiempo atómico como la duración de 9.192.631.770 períodos de radiación correspondiente a la transición entre dos niveles hiperfinos del estado fundamental del átomo cesio-133, que en la actualidad sigue siendo la definición del segundo. En 1983, la 17ª Conferencia General de Pesos y Medidas, reemplazó la definición anterior del metro por ésta relativa a la velocidad de la luz y que aún es la definición actual. El número siete de los siete acuerdos de la conferencia internacional que adoptó el meridiano de Greenwich en 1884 dice: "Se promoverán todos los estudios técnicos para la regulación y difusión de la aplicación del sistema métrico decimal a la división del tiempo y el espacio". Según la versión más extendida, los franceses aceptaron el meridiano de Greenwich a cambio de que los ingleses aceptaran el sistema métrico. Se supone entonces que ni siquiera tuvieron la voluntad desde Londres de hacer coincidir el valor de la velocidad de la luz con la coordenada de la Gran Pirámide, pero tengamos en cuenta que en 1884 Inglaterra llevaba casi un siglo dominando el territorio egipcio y más de dos enviando a científicos a tomar medidas de la Gran Pirámide. Por otra parte, desde 1830 Francia tenía elementos tan importantes como el obelisco de Luxor, situado en el centro de la plaza de la Concordia de París, lugar donde se llevaron a cabo las decapitaciones de la Revolución Francesa. Los ingleses llevaron a Londres el obelisco llamado Aguja de Cleopatra en 1877 pero disponían del mismo desde hacía décadas. Su gemelo fue llevado a Nueva York en 1881 y como vimos en el apartado dedicado al Antiguo Egipto, John William Bankes adquirió el obelisco de File y lo transportó a su mansión en Kingston Lacy durante la década de 1820, donde aún permanece. En el siguiente apartado, dedicado a las exposiciones universales, en las cuales se buscaba mostrar los avances en las distintas áreas de conocimiento, seguiremos inmersos en pleno siglo XIX ya que la primera de esas exposiciones se realizó en Londres en 1851. La exposición tuvo lugar del 1 de mayo al 15 de octubre de 1851 en el Hyde Park de Londres, allí construyeron una enorme estructura de hierro fundido y vidrio conocida como Crystal Palace. El 2 de diciembre de 1851, Luis Napoleón dio un golpe de Estado, y al cabo de un año exacto Francia creó un Imperio, que se proclamó solemnemente el 2 de diciembre de 1852 convirtiéndolo en Napoleón III. Después de la exposición del Hyde Park, el palacio de cristal se trasladó a un área abierta del sur de Londres (Colina Sydenham), en dos años, el edificio reconstruido estaba completo y el 10 de junio de 1854, la reina Victoria volvió a realizar una ceremonia de apertura en presencia de 40.000 invitados. La ubicación elegida dista 333.000 metros del Palacio de las Tullerías, en el centro de París, actualmente ese lugar corresponde al Cour Carrée, el patio ante el museo del Louvre, donde se encuentra la pirámide invertida. En 1854 este patio aún no existía y el espacio formaba parte del palacio del Louvre y el de las Tullerías que estaban unidos como si fueran uno solo.
El Crystal Palace provocó varios alineamientos que veremos en el siguiente apartado, posteriormente fue desmantelado en 1936 y en su lugar se construyó la estación transmisora de Crystal Palace, que aún está en activo como torre de radiodifusión y telecomunicaciones y cuya forma se inspira en la Torre Eiffel. El siguiente apartado muestra que las exposiciones universales, las ferias dedicadas a mostrar los avances científicos, se encuentran conectadas numerológicamente, no solo entre ellas sino también a lugares muy significativos.
Antes de concluir este apartado en el que se ha intentado mostrar una conexión entre el estudio de la electricidad, el magnetismo, la luz y la exploración de Egipto, recordemos cuando en el apartado dedicado a las guerras napoleónicas se menciona la construcción del arco de Triunfo y del arco de Triunfo del Carrusel por parte de Napoleón en 1806. Estos arcos se construyen de modo que cuando la puesta del Sol se alinea con el Eje Histórico, el espectador (aún no se ha demolido el palacio de las Tullerías) observa que esto ocurre bajo el arco del Triunfo. Desde que en 1836, Luis Felipe I erigió el obelisco de Luxor en este mismo eje, en el lugar donde fuera decapitado Luís XVI, había que sumar otro elemento al alineamiento solar. Durante el imperio de Napoleón III, el arco de Triunfo se rodeó de una plaza que fue llamada plaza de la Estrella, evidentemente en referencia al Sol. Como hemos visto en este mismo apartado, en 1983, la 17ª Conferencia General de Pesos y Medidas, redefinió el metro incorporando la velocidad de la luz. En 1985 comenzó la construcción del arco de la Défense sobre este eje histórico aumentando el efecto notablemente; por añadir uno más a los elementos que lo conforman y por la longitud del mismo. Además, el palacio de las Tullerías ya había sido demolido y son más de ocho kilómetros los elementos alineados entre el arco de Triunfo del Carrusel y un Sol "encapsulado" bajo el arco plano de la Défense, que en realidad es un hipercubo. Pero en 1986, mientras se construía la Défense se le añadió otro elemento a este eje, una estatua ecuestre del rey Sol. Con la construcción del palacio de las Tullerías, María de Medici cambió la orientación que hasta entonces había marcado el palacio del Louvre, generando la que hoy tiene el Eje Histórico de París (Campos Elíseos). Como se ha mencionado anteriormente, los dos palacios estaban unidos en la actual plaza del Carrusel, allí se colocó la estatua ecuestre de modo que, aunque no se encuentra centrada en ella sí lo está con el Eje Histórico teniendo un lugar privilegiado para la observación del encarcelamiento del astro rey bajo el arco del Carrusel, el obelisco de Luxor, el arco de Triunfo y el arco de la Défense. El llamado 'Día de la Victoria en Europa' es la celebración que conmemora el 8 de mayo de 1945, fecha en la que los Aliados de la Segunda Guerra Mundial aceptaron la rendición incondicional de la Alemania nazi y por tal la derrota de las Potencias del Eje en el teatro europeo. Ese es el día del año en que mejor se puede apreciar el alineamiento de la puesta de Sol con el Eje Histórico y sus elementos de arquitectura mágica como el obelisco y los arcos. Bajo el arco de Triunfo de l'Etoile hay una tumba al Soldado Desconocido de la primera guerra mundial, como otras muchas que han sido mostradas en apartados posteriores. Cuando Francia realiza el desfile y ceremonia del Día de la Victoria en Europa, el presidente enciende el fuego de la tumba cuyo fogón es un sol con 24 rayos, esto sucede mientras el Sol se encamina hacia el inframundo bajo los arcos, alineándose con los Campos Elíseos.
En el apartado dedicado a las guerras napoleónicas y las guerras mundiales vimos la creación del imperio alemán y su alineamiento de origen entre Berlín y Konigsberg (hoy Kaliningrado) de 330 millas. Vimos también que desde Berlín hasta San Petersburgo hay 1.333 kilómetros. Estos y otros muchos análogos vistos hasta ahora son alineamientos que se han ido conformando a lo largo de la historia y que dejan un rastro identificable; el imperio alemán fue proclamado en Versalles dos décadas después de acabar la construcción del arco de Triunfo, si se hace un línea desde el centro del Cour d'Honneur, el patio de entrada al palacio de Versalles hasta la Puerta de Brandeburgo de Berlín el arco de Triunfo de París queda alineado junto con las avenidas Víctor Hugo y Hoche, que son dos de los doce rayos que parten de la plaza de l'Etoile en cuyo centro está el arco de Triunfo. Se hace necesario en este punto saber que los cuatro caballos de la cuadriga de bronce de la puerta de Brandeburgo son los que se hallaban en lo alto del arco de Triunfo del Carrusel y que fueron parte del botín de guerra que Napoleón se llevó de Berlín, de lo alto de la Puerta de Brandeburgo. Son réplica de los que se encontraban en la plaza de la catedral de San Marcos y habían sido traídos de Constantinopla tras el saqueo de la ciudad en 1204. Seguidamente veremos otro alineamiento relacionado.
Según los historiadores, los británicos exportaban productos manufacturados y opio a China, el cual desencadenó una crisis de consumo en el país asiático que las autoridades buscaron erradicar mediante su confiscación y destrucción, y la supresión del comercio de opio en 1839. Lo anterior llevó a una respuesta militar británica que se tradujo en la primera guerra del opio, un conflicto que finalizó en 1842 con la derrota de los Qing y la cesión de la isla de Hong Kong al dominio británico. El 29 de agosto de ese año se firmó el Tratado de Nankín mediante el cual Hong Kong quedó constituido como una colonia británica. Boundary Street es una calle de sentido único de tres carriles en Kowloon, Hong Kong. La calle marcaba anteriormente el límite entre la parte sur de Kowloon, cedida por la dinastía Qing a Gran Bretaña en 1860 junto con la isla Stonecutters (actualmente Hong Kong), y la parte norte de Kowloon (New Kowloon), que siguió siendo parte de China hasta que fue arrendada como parte de los Nuevos Territorios al Reino Unido en 1898 durante 99 años en virtud de la Segunda Convención de Pekín. Inicialmente los británicos la utilizaron como cantera, de ahí el nombre en inglés de la isla Stonecutters. Se estableció en la isla una estación de radiogoniometría e interceptación de radio de la Royal Navy. De 1935 a 1939, la base fue la principal unidad de interceptación de radio de la Oficina Combinada del Lejano Oriente. Desde Stonecutters hasta el palacio de Windsor hay 9.666,6 kilómetros. Si se hace una línea entre Hong Kong y el palacio de Versalles ésta pasa por los límites territoriales de Astaná, Moscú y Berlín, y cuando pasa por París lo hace por la plaza de la Estrella (l'Etoile). Esta línea es de 6.000 millas. La segunda guerra del opio incorporó también a los franceses apoyando a Reino Unido y duró hasta 1860. De nuevo, Hong Kong se vió sacudida por la guerra en 1940 cuando fue invadida por Japón. En 1984, los gobiernos del Reino Unido y de la República Popular China firmaron la Declaración Conjunta Chino-Británica sobre la cuestión de Hong Kong, por la cual todos los territorios cedidos serían devueltos a la República Popular China el 1 de julio de 1997, como en efecto sucedió. Sabemos de apartados anteriores que Astaná se encuentra conectada a Pekín, así como a Kubinka, centro del poder militar ruso, y a Kovinsky Kamen, puesto de mando excavado en una montaña para dar continuidad al gobierno ruso en caso de ataque nuclear, visto anteriormente. Astaná además es casi equidistante a los extremos de esta línea. El análisis de este alineamiento euroasiático hay que abordarlo de forma global, no solo en lo que se refiere al espacio, también en lo referente al tiempo. Seguidamente veremos más vínculos entre estos alineamientos y la luz.
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